El Frente Oriental
A los diez días de entrar en la Primera Guerra Mundial, Rusia tenía dos gigantescos ejércitos en acción contra las Potencias Centrales en el este. Aunque las líneas rusas de aprovisionamiento no estaban adecuadamente organizadas, un ejército invadió Prusia Oriental y el otro Galicia.
Estas acciones obligaron a los alemanes a retirar partes de sus fuerzas desde el Frente Occidental. En la lucha que siguió, los rusos lograron rápidos triunfos.
Estas acciones obligaron a los alemanes a retirar partes de sus fuerzas desde el Frente Occidental. En la lucha que siguió, los rusos lograron rápidos triunfos.
Luego Hinderburg y Lundendorff asumieron al mando de las fuerzas alemanas y aplastaron a los rusos en las batallas de Tannemberg y los Lagos Masurianos. En Galicia los rusos derrotaron a las fuerzas austro-húngaras en la batalla de Lemberg.
Por su parte los serbios rechazaron tres intentos de invasión de los austríacos. En 1915, el mariscal de campo August con Mackensen, a cargo de los ejércitos combinados austro-húngaros, expulsó a los rusos de Galicia, Polonia y Lituania, y para fines del año Serbia había sido conquistada.
La brillante ofensiva de Brusilov en 1916, volcó momentáneamente las cosas a favor de los rusos pero, a fines de es año, el Frente Oriental que se extendía desde el Báltico al Mar de Azov, había sido hecho retroceder mil kilómetros hacia el este.
Para Rusia, la guerra finalizó formalmente con la firma del tratado de Brest Livotsk, el 3 de marzo de 1918. Por este tratado, Finlandia, Estonia, Letonia, Polonia, Lituania, y Ucrania, anteriormente partes del imperio ruso, pasaban a ser naciones independientes. El zar había sido depuesto y el tratado fue firmado por Leon Trotsky en representación de los comunistas.
Estrategia de la Frente Oriental
Durante la I Guerra Mundial, las tropas rusas lanzaron una ofensiva sobre las fuerzas alemanas en 1914. El éxito inicial de los ataques rusos les permitió apoderarse de Polonia e iniciar los preparativos para conquistar Hungría. Los alemanes recibieron refuerzos austriacos en 1915 y las fuerzas conjuntas austro-alemanas expulsaron a los rusos de Polonia. Éstos sufrieron unas pérdidas tan elevadas en el frente oriental que mermaron significativamente su capacidad para intervenir en el resto de la contienda.